Un cuento musical: Pedro y el lobo, y IV
Bueno, pues ya hemos llegado a la última parte de esta
actividad.
Es la
más divertida para los niños. Y también una de las más creativas. A través del movimiento,
la dramatización y el juego se consigue que expresen todo lo percibido
musicalmente. Es la hora de crear y dejar que sus emociones fluyan a
través de la espontaneidad. ¿No es de lo que se trata? En efecto: se busca que
el niño se manifieste a través de su ser propio y personal.
Creo que con estas herramientas de escucha activa, instrumentos,
percusión corporal, movimiento, danza y voz…. ¡lo hemos conseguido!
Llevadlo a la práctica y, si os parece bien, dadme vuestra
opinión, que me interesa mucho.
Dividimos la clase en cuatro grupos: lobo, Pedro, abuelo y pájaro. Cada grupo deberá realizar movimientos que correspondan a su personaje cuando suene el instrumento que lo identifica. Los distintos movimientos podrán proponerlos ellos mismos o ajustarse a un esquema previamente establecido.

CUARTA
PARTE.
7. NOS MOVEMOS.
7. NOS MOVEMOS.
Dividimos la clase en cuatro grupos: lobo, Pedro, abuelo y pájaro. Cada grupo deberá realizar movimientos que correspondan a su personaje cuando suene el instrumento que lo identifica. Los distintos movimientos podrán proponerlos ellos mismos o ajustarse a un esquema previamente establecido.

8. HACEMOS
UNA DRAMATIZACIÓN.
Jugamos con la música de “Pedro y
el Lobo”.
Cada día escucharemos un fragmento,
y propondremos esta serie de actividades:
·
La
primera vez escucharemos con los ojos cerrados, descansando sobre la mesa o en
el suelo. Si observamos que pierden la atención bajaremos suavemente la música
y dejaremos de escuchar.
·
La
segunda, dibujaremos la música en la espalda de un compañero, cambiando el
papel a mitad del fragmento. Recordamos que la música se puede representar por
su melodía, su ritmo o por las imágenes que nos sugiera.
·
La
tercera vez bailaremos la música en el espacio, comenzando por mover las manos
y posteriormente dejando que el movimiento libre y el contagio entre los niños
y niñas cree la danza.
·
Finalmente,
pediremos a cada niño que dibuje mientras escucha por última vez el fragmento
seleccionado para ese día. Después, pasearemos por la clase viendo los trabajos
de cada uno y expondremos nuestro resultado en un lugar visible para las
familias y el resto del colegio.
Pero ahora
toca relajación. Los niños, tumbados en el suelo, escuchan relajados la obra. Es
la hora de que cuenten sus experiencias…
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